domingo, 7 de septiembre de 2014

LOS MODELOS DE AJEDREZ




Nery Maceira Moya
Licenciada en Psicología
Profesora de Ajedrez del Inst Sup Cultura Física "Comdte Manuel Fajardo" de Cuba
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INTRODUCCION

La idea de utilizar un modelo para lograr una representación de una teoría o una técnica es tan antigua como el empleo que hiciera de ellos Marco Pelién Vitrubio célebre arquitecto romano, autor de un tratado sobre arquitectura que dedicara a Augusto en el siglo I A. de C. Desde entonces   mucho ha logrado enriquecerse la modelación y demostrar su utilidad en muchos campos, y en especial para nuestro interés en la toma de decisiones racionales tal y como el ajedrez exige.


La modelación penetra toda las esferas de la actividad cognocitiva y transformadora del hombre y su uso esta determinado por la lógica interna del desarrollo de la teoría del universo a que se apliquen, ignorar esta limitación puede llevarnos a generalizaciones de un modelo más allá  de los datos para los que es apropiado y en otros casos nos lleva a refutar un modelo por algunos datos que el modelo no se propone manejar, pero teniendo en cuenta estas advertencias podemos aprovechar sus ventajas para la predicción, para desenmarañar variable ocultas o confusas y proporcionar una estructura en que la compleja información que ofrece una posición puede ser ajustada.

El modelo es una simplificación de lo real, que se intenta para hacerle sufrir las variaciones que permitan "leer" más fácilmente estructuras y posiciones complejas, gracias a las cuales se diseña el modelo, remitiendo al análisis, a su método, no a una posición particular cuya realidad sería. El modelo de esta suerte, es un eslabón intermedio entre el sujeto y el objetivo de conocimiento, actúa como un sustituto de tal objeto y el fundamento objetivo de la mediación o representación del modelo lo constituye cierta semejanza del modelo y el objeto sobre el cual se orientan los intereses del sujeto.
El modelo que elabora un ajedrecista actúa relativamente independiente de las posiciones que agrupa para ser analizado, se convierte en una segunda realidad por medio de la cual percibe lo que le interesa. El modelo adquiere objetividad dentro de ciertos límites al sustituir la agrupación de posiciones que se estudian, pero aquí también est  su limitación, en tanto el modelo es sólo un medio de conocimiento sobre las posiciones, pero no el conocimiento mismo de la posición. Es así que el modelo puede actuar de forma teórica o práctica, pero de hecho muestra una determinada correspondencia objetiva con el conocimiento mismo de las posiciones y en determinadas situaciones sustituye hasta la posición misma incluso derivar reglas precisas para pasar de la información que nos ofrece el modelo a la propia información sobre la posición o grupo de posiciones modeladas.

AJEDREZ Y PSICOLOGIA II

Publicación editada por la Federación Cubana de Ajedrez y el Instituto Latinoamericano de Ajedrez (ISLA).


LOS MODELOS DE AJEDREZ

Traducir la información que se obtiene del modelo a la posición misma obliga a tener en cuenta los basamentos lógicos que así le permitan. Sí la modelación supone siempre la existencia de dos objetos: el modelo y las agrupaciones de posiciones, de forma tal que la investigación del modelo hace llegar a precisiones sobre aquellas, es decir, las premisas se refieren a un conjunto de posiciones y las conclusiones al modelo, se sintetiza en ello en juicio de carácter análogo. Gracias a la analogía podemos descubrir una sola "forma lógica" en posiciones que pueden ser totalmente disímiles por su contenido. La analogía es un juicio que traslada la información del modelo al prototipo y su valor no es lógico sino se asienta en las diferentes funciones heurísticas que realiza, en la peculiaridad de la información obtenida mediante ellos.

La analogía copia la proporción, la disposición u ordenamiento. El modelo no es una copia de la posición sino el acontecimiento que ella encierra en sentido lógico. Sólo por analogía una cosa puede representar a otra a la cual no se le parece, la representa por su ordenamiento y organización y el simbolismo descubierto representa una estructura que permite ordenar y conectar ideas en nuestra mente.

Con estas ideas iniciales podríamos valorar el uso de los modelos en ajedrez a partir de los resultados de la pr ctica ajedrecística así como el basamento lógico de la modelación y la que aporta y exige a las capacidades del ajedrecista.

Ejemplo sobre los modelos en ajedrez

Establecer una correspondencia entre un modelo y un grupo de posiciones que han sido seleccionadas por un criterio, nos permite percibir el objeto que nos interesa a través de una nueva realidad que hemos construido. Así pasa a un primer plano la objetividad del modelo, su capacidad de servir como un instrumento de investigación. Un ejemplo, es la abstracción de un plan estratégico que logramos sintetizar a partir de posiciones muy simples en el tablero:

Blancas: Rc4, peones en a4 y f4

Negras : Rd6, peones en c5 y f5




El bando que tiene el peón pasado más separado lateralmente, gana
 la partida. El peón blanco de a4 avanza hasta obligar al rey negro a abandonar la defensa del peón de c5 y entonces los peones serán capturados.

Este final encierra una maniobra muy simple de materialización de una ventaja, pero que establece una comunidad con otras muchas posiciones pues declara el plan investigativo a toda una clase de posiciones en que puede ser utilizado.

A la necesidad práctica del ajedrecista de materializar una ventaja no le puede pasar inadvertido la posibilidad de ilustrarse con un modelo simple, para que en situaciones más complejas la exigencia metodológica de representarse una propiedad nueva, desconocida, logre solucionar esta forma ya percibida de manera evidente y contar con la posibilidad de trasladar la información obtenida en la esfera estudiada a otra aún desconocida o al menos más compleja.

Estas dos funciones del modelo la ilustrativa y la traslativa se evidencian en el estudio de una posición m s compleja:

Blancas : Kh1, Nd3, peones en a3, b4, f3, g2 y h2

Negras : Kg8, Bd5, peones en a6, b7, e5, f6, g7 y h7




Gran número de finales de este tipo materializan la ventaja creando un peón pasado lateral utilizando la amenaza de establecerlo, que es tanto o más fuerte aún que su realización en dependencia de los recursos disponibles:

1.Rg1 Rf7 2.Rf2 Re6 3.Re3 Rd6 4.g3 b6 5.Cf2 Rc6 6.Cd1 Rb5 7.Cb2 g5 8.f4 exf+ 9.gxf g4 10.f5 h5 11.Rd4 Af3 12.Re3 h4 13.h3 Ac6 14.hxg h3 15.Cd3 h2 las blancas abandonan.

Si el bando que tiene la ventaja es el que posee un caballo, lo más común es que no resulte conveniente crear enseguida un peón pasado lateral puesto que el alfil puede detenerlo hallándose a distancia, mientras que el caballo no puede apoyarlo desde lejos y por lo tanto no existe perdida de movilidad para el bando defensor. La relación inversa queda destacada del propio modelo analizado.

El peón analizado lateral es sólo una  concentración de una representación m s general relacionada con crear dos focos de tensión, de manera que el bando débil esté obligado a comprometerse en uno y no pueda dar una respuesta defensiva en tiempo al otro. Pudiera valorarse que la función de las piezas pueda derivarse o estar en la base del modelo analizado, así en muchas posiciones se considera el alfil superior al caballo por su afectividad para moverse con rapidez hacia cualquiera de las dos alas del tablero y derivar en consecuencia que en caso de poseer el caballo la mejor posibilidad de lucha estaría en impedirle esta movilidad al alfil.

Una nueva función del modelo se hace necesario subrayar, que es su función sustitutiva heurística, pues al ofrecer una explicación previa del fenómeno que se conoce y debido a ello, sirve de una importante etapa para construir una valoración m s profunda y completa de posiciones m s complejas.

Esta posición fue alcanzada por V. Korchnoi contra Lengyel en la Olimpíada de La Habana 1966:

Blancas : Rg1, Da3, Ta4, Ag2, peones en b4, c5, e3, f2, g3 y h2

Negras : Rg8, Db7, Td8, Ae8, peones en c6, d5, e6, f7, g7 y h7



En esta posición se continuó:

28.Ta7, con la idea de comenzar un grupo de maniobras restrictivas de espacio a las piezas enemigas.
28...Db8 29.Af1, el Alfil cambiar  su acción sobre el centro y el flanco dama,hacia el flanco rey. Pese a que aún se tardar  en concentrarse un nuevo punto débil, además del ya existente en c6, todas las maniobras subsiguientes harán efectivo el modelo.
29...Rf8 30.Ad3 Rg8 31.Da5 Rf8 32.h4, el peón de h4 junto al alfil crearán el nuevo punto débil, el nuevo foco de tensión.

32...e5 33.Rg2 e4 34.Ae2 Tc8 35.Da6 Tc7 36.Tc7 Dc7 37.Db6 Dd7 38.Db8

La dama incursionar  en los dos flancos para colaborar en el plan concebido.
38...f6 39.Ah5
se provoca el avance de los peones.
39...g6 40.Ae2 Rg7 41.Df4 Db7 42.h5.

Es imposible la captura del peón de h5 y mucho menos aventurar la dama en tomar los peones del flanco de dama pues el rey negro caería en amenaza de mate.

42...Dd7 43.Ag4 f5 44.Ae2 Rf6 45.Db8 g5 46.h6 se concentra el nuevo foco de tensión.
46...Rg6 47.b5 cxd 48.Db6+ Rf7 49.Ah5+ Re7 50.Ae8 Re8 51.c6 Dc8 52.Db7 Rd8 53.Dxh7 Dxc6 54.Dg7.

Una posición compleja tiene la posibilidad de simplificarse radicalmente bajo la mirada del fenómeno modelado para ser complementado según exija la posición específica, es decir, ajustarle a las condiciones concretas y con ello cumplir funciones aproximativas y extrapolativa pronosticadora sobre la estructura alcanzada en la posición, al lograrse una valoración que fue desprendida de las particularidades del modelo.

El final simple constituye un sistema de información y su elaboración conduce a una nueva sistematización ofreciendo una solución que pueda convertirse en teórica. Adquiere la información aportada una propiedad sem ntica porque los datos estructurados forman un todo, un contenido para el otro sistema y posición, la cual le es útil y necesaria. El modelo trasmite una relación básica que se convierte en un sistema estratégico.

El modelo ejemplificado puede convertirse en nuestro boomerang si llegamos a la conclusión aparente de que los modelos en ajedrez se originan de una objetivización visual de determinadas relaciones que pueden comprenderse sólo por una organización especial. Sin embargo conceptos más complejos como el de la iniciativa plantean un reto al proceso de modelación que puede ser subyacente y que en general constituye una vivencia de todo jugador de primera línea, a la par que un instrumento poderoso para los que de ellos luchen por alcanzar lugares cimeros.

Al tema de la iniciativa están vinculadas las apreciaciones de Euwe y Kramer sobre el medio juego. Sobre esta etapa difícil del juego, para su comprensión, plantearon criterios de carácter estético relacionados en lo fundamental con características de la posición asociadas al esqueleto de peones. Pero evidentemente estos marcos eran estrechos para analizar el medio juego y necesariamente destacan la necesidad de comprensión de los aspectos dinámicos y es la iniciativa la que abre el hilo conductor para subsumir los temas de actividad de las piezas, seguridad del rey, la ejecución del cambio a la opción del cambio para el oponente.

Encabezan sus análisis sobre estos aspectos dinámicos la pregunta - ¿Qué es lo que realmente significa la iniciativa en ajedrez?

La respuesta queda establecida haciendo un paralelo entre el concepto de iniciativa y el de ataque:

El ataque tiene un objetivo específico, pero la iniciativa aún no lo ha definido con exactitud, sino sólo de manera general, tales como ganar control para desarrollar maniobras espaciales, mantener la tensión, mantener al oponente ocupado y reservar abundantes opciones de ataque para sí mismo. La iniciativa puede surgir para guiar el desarrollo o darle a las piezas propias un lugar más activo que las del oponente. Si la iniciativa continua creciendo se convierte en ataque. El problema de la iniciativa parece estar en la fase de reconocimiento antes de que se libre la batalla.

Continúan razonando Euwe y Kramer que este problema que plantea la iniciativa, es que muchos otros aspectos del juego pueden ser aprendidos por un diligente estudio, la técnica de finales, la técnica para conducir ataques tales como los clásicos del ataque de las minorías y un conjunto de métodos estándares contra el enroque. Pero subrayan - la iniciativa de los jugadores es algo propio, original de cada uno y se manifiesta como la posibilidad de crearles dificultades al oponente y darle oportunidades para que llegue el error.

La pregunta que añadimos se relaciona con esta última observación:

¿Qué elementos subyacen en esta fase de reconocimiento?

¿Existe un modelo ó sólo una habilidad original del ajedrecista de la cual no se conoce su procedencia?

Recordemos una partida que tiene como carta de presentación y cuño de estilo, quien diera la iniciativa como aporte a la cultura ajedrecística. José Raúl Capablanca. Esta partida fue jugada en La Habana en 1913, con las blancas Juan Corzo.

1.d4 Cf6 2.c4 d6 3.Cc3 Cbd7 4.e4 e5 5.f4 exd 6.Dxd4 Cc5 7.Ae3 De7.

Capablanca empieza a marcar un acento.

8.Cd5 Cd5 9.exd5 Af5 10.Cf3 g6!

una ganancia de tiempo para desarrollar el alfil, la torre de h8 no puede ser capturado y el alfil al salir por g7 le anunciar  a la dama su retirada. El posible enroque en el flanco dama parece comprometerse.

11.Rf2 Tg8 12.Te1 Ag7 13.Dd1 Ce4+ 14.Rg1 Rf8!

Asegura la protección del rey en el agrupamiento de plazas m s ventajosas, no hubiera sucedido igual con enroque largo. 15.Ad4

El blanco parece respirar , pero el acento del jugador negro alcanzar  la fuerza de un ritmo peculiar que viola el marcador monótono del tiempo en ajedrez, la respuesta de Capablanca para mantener la iniciativa marcar  en su turno un aumento de velocidad, un acelerando. La unidad de tiempo en ajedrez no la marca una jugada blanca y otra negra, sino el tiempo que gana cada jugada para obligar al otro, el movimiento que m s favorece la estructura que se construye.
15...g5!!
El caballo de f3 no puede tomar el peón, el alfil de g7 descubriría la fuerza de la columna mediante un cambio con jaque que ganaría tiempo para potenciar el caballo y la torre sin posibilidad de ser atajados. Sí 16.Cxg5 Ad4 17.Dd4 Cg5 y no 18.Te7 por Ch3++ Si 16.fxg Cxg5 de continuar 17.Te7 Ch3+ 18.gxh Ad4++, si el blanco previera las posibilidades de mate con 17.Ag7 entonces 17...Tg7 18.Cg5 Dg5 y la posición negra quedaría con una clara ventaja posicional.
16.Ag7+ Tg7 17.Cd4 Ad7 18.f5 De5 19.Dd3 Te8

Los tiempos ganados permiten una reunificación armoniosa de las fuerzas, es como sí los espacios conquistados llamaran a todos las jugadas necesarias, cuando todas estén ajustadas caer  un tiempo más fuerte que borrar  la agrupación enemiga que en relación inversa le ha quedado la torre de h1 atrapada y el alfil sin una casilla aceptable

. 20.Ce6?

¿Se equivocó? Nadie sabe, pero antes de morir ruinosamente es mejor abrir algunas ventanas de esperanzas, aunque sean vanas.

20...fxe6 21.fxe6 Txe6!!

¿Sacrificio? Sólo una equiparación de las fuerzas, si se cuenta con la torre de h1 autobloqueada por sus propias piezas.

22.dxe6 Ac6 23.Df3+ Df4!

No aliviaría la tensión el cambio de damas, sí 24.Df4+ gxf4 25.h4 f3 26.Td1 f2+ 27.Rh2 Cg3 28.Td2 Ch1 29.Rh1 Txg2!.
24.De3 Re7 25.b4 b6 26.b5 Ab7 27.g3 Cd2!

Las continuaciones posibles ser n un buen ejercicio, casi no hay respuestas posibles.
28.Dc3? Cf3+ 29.Rf2 Df8!
No hay posibilidad de salvar las torres blancas.

30.c5 Ce5+ 31.Rg1 Cf3+ 32.Rf2 bxc 33.Da5 Ce5+ 34.Rg1 Df3 35.Dxc7+ Rf6 36.Dxd6 Dxh1+ 37.Rf2 Dxh2 y el blanco abandona.

La comprensión de Capablanca del juego no puede reducirse a un modelo, pero inevitablemente este existía para poder concretar una forma de hacer que simplificara una comprensión totalizadora del mismo. El modelo que sintetiza la iniciativa se relaciona con la profundización de un contenido único de posiciones cualitativamente diferentes y que tienen su aplicación de procedimiento metodológico singular para la caracterización de posiciones de diferente clase.

La iniciativa conduce a la explicación de las causas de por qué se procede de una manera u otra en diferentes posiciones separadas de las posiciones mismas y su última explicación lleva a una compresión más general del juego.

Desde los tiempos de Capablanca la modelación de la iniciativa tiene un crecimiento que complejiza en mucho las producciones anteriores. Recordemos la partida Tal-Lutikov en la semi-final del Campeonato de la URSS en 1964. Si el tiempo ya en el estilo de Capablanca era imposible medirle en el metrónomo de una jugada blanca y otra negra, para Tal y su época (para evitar la complejidad de referirnos a las mas recientes) el problema del tiempo adquiere una singularidad especial en la analogía rítmica que tratamos de establecer.

La exactitud y el buen juicio para aplicar el acento actual tienen que estar presentes para poder asimilar las múltiples amenazas latentes de cada jugada y son respondidas con un ritmo que crece. Si hubiese que bailar al ritmo de Tal y Lutikov bailarines de fina zapatilla podrían desorientarse y en un cálculo incorrecto perder el balance material y posicional.

1.e4 e5 2.Cf3 d5 3.exd e4 4.De2 f5 5.d3 Cf6 6.dxe fxe 7.Cc3 Ab4 8.Db5+ c6 9.Dxb4 exf3


El azaroso planteamiento inicial ha dejado al blanco con un peón más, dominio de los escaques negros y erupción sobre la línea de enroque negro, mantener la iniciativa implica entonces profundizar en estos objetivos generales para hacer muy difícil la recuperación del bando negro.

10.Ag5! cxd 11.0-0-0

El acento no puede perderse en mantener la ventaja del peón, la captura del mismo diluiría la aspiración de un agrupamiento coordinado de las piezas.
11...Cc6 12.Da3 Ae6 13.Ac4

La de mayor acento ó como calificara el propio Tal la de mayor energía entre otras posibilidades como 13.gxf 13.Te1 ó 13.Cb5
13...De7 14.Cxd5 Da3 15.Cc7+

Si se quiere mantener el ritmo no hay para tomar la dama.

15...Re7 16.The1! Dc5 17.Txe6 Rf8 18. Txf6 gxf6 19. Ce6+ Re7 20. Cxc5 fxg5 21.Td7+Rf6 22. Td6+Re7 23.Te6+Rd8 24. Cxb7+Rc7 25. Ad5 Cb4 26. Axf3 Tae8 27. Cc5 Cxa2+ 28. Rb1 Te6 29. Ce6 Rd7 30. Cc5+ Rd6 31.Cd3
No hay posibilidad de salvar el caballo negro.

Un ritmo semejante se aprecia en el mejoramiento paulatino de variantes de aperturas. El perfeccionamiento de variantes de aperturas corren a cargo de lograr iniciativas mayores, en lograr un ritmo más veloz del desarrollo de las piezas con un objetivo general.

Una recopilación en tal sentido nos aseguraría esta apreciación, la fuerza conque se perciben jugadas de iniciativa encuentran su eco en un sistema de referencia especial que agrupan los conceptos de tiempo y espacio, de aceleración futura de coordinaciones y agrupamiento de piezas más prometedoras.

La realidad del ajedrez es una creación del pensamiento del hombre, un producto de su pensamiento, cuya esencia traduce el establecimiento de relaciones espacio temporales a un nivel representativo con los elementos que dispone el juego para ello: las características del tablero, la posibilidad movilizativa de las piezas y la determinación temporal. Esta última constituye una de las de mayor complejidad.

En el contexto del juego la percepción del tiempo se vivencia como una mayor posibilidad de maniobrar de acuerdo al objetivo que nos tracemos. Si las piezas están atrapadas, hay un compromiso primario de situarlas mejor y este imposibilita maniobrar con un objetivo de ataque, por lo que queda libre el oponente de expresar su libertad. la jugada de iniciativa impone un ritmo y refleja una perspectiva que compromete la posición en una sucesión esperada. Al percibir una jugada de iniciativa se siente una alternativa que se vincula con la sucesión de otra que puede hacernos peligrar, que promete construir un accidente o un tropiezo. Esta experiencia de tiempo se acerca al enfoque cognoscitivo de Ornstein, que utiliza para su análisis los términos de cantidad de información almacenada o número de ocurrencias dentro de un intervalo.

Si la percepción del tiempo en los fenómenos de la realidad se vincula con la sucesión del presente, el pasado y el futuro, para el ajedrez la sucesión que ofrece la iniciativa se vincula con la promesa de poder hacer primero en un presente que aún no se ha definido y que varía cualitativamente la posición. El ritmo que para la mayoría de las actividades humanas tiene un componente motor, en ajedrez es una consecuencia de la aceleración de una determinada construcción más coordinada de las piezas en un objetivo que no tardar  en concretarse.

Euwe consideró que la iniciativa no podía ser aprendida y sería m s saludable preguntar si es que un aspecto tan complejo no se ciñe a formas de aprendizaje habituales por lo que requería de una orientación metodológica diferente. Tal cuestión es un problema a valorar y que resumió San Agustín con su célebre frase, "si alguien me pregunta que es el tiempo yo se que es el tiempo, pero si alguien me pregunta qué es el tiempo, entonces no sé que es el tiempo ".

El valor de la modelación en ajedrez

Los ejemplos citados dan fe de que la modelación se utiliza para limitar la diversidad de la información reflejada, el modelo le transmite la información al sujeto acot ndola, lo que le permite regular las posibilidades reflexivas al tener un instrumento que modifica los aspectos dinámicos de las posiciones sin alterar su aspecto estético estructural.

Esta retransmisión de la información se alcanza mediante la analogía. El juicio analógico en la modelación puede alcanzarse por diferentes vías. Una de esas vías se caracteriza por tomar la semejanza de las relaciones funcionales externas del modelo y la de las posiciones modeladas, en condiciones de una semejanza no obligada entre sus relaciones interiores, tal y como la apreciamos en el caso de la iniciativa, que está  basado en lo fundamental en un isofuncionalismo.

Pero también la analogía puede darse en condiciones de una exigencia de correspondencia m s rigurosa entre el modelo y el original, una correspondencia única mutua con los elementos, vínculos y relaciones, como sucede con la aplicación de esquemas típicos de mate.

Por último la analogía puede funcionar mediante homomorfismo donde existe una exigencia menos rigurosa de comunidad entre el modelo y el original. Las relaciones de homomorfismo no son mutuamente unívocas (recordar los ejemplos de materialización de una ventaja) y se produce una especie de traducción del original a otro lenguaje para abreviar la comprensión de la posición. En esta reducción pueden perderse las sutilezas, pero todo lo que está en el original aparece en alguna forma en la traducción, mientras que las correlaciones se conservan a escala reducida.

La sistematización de los modelos en el ajedrecista se asemeja en mucho a lo que comúnmente se destaca sobre la experiencia y técnica de un jugador. Causa asombro cuando en una posición compleja uno de los oponentes gana una posición con increíble maestría y al menos por el marcador de tiempo del reloj da muestras de que no le fue trabajoso. por esta razón y por las expectativas que causa entre muchos ajedrecistas el proceso de la memoria, su importancia y su relación con el alcance de la maestría, ser  útil referirnos a ella en el contexto de la sistematización de los modelos.

La memoria actúa al menos en tres direcciones:
  1. Como reconocimiento, en el uso isomórfico de los modelos.
  2. La clara compresión de un grupo de detalles y mantenerlos en mente implica una capacidad mental cuya consecuencia es el recuerdo. Esto facilita el entendimiento de la posición, el reconocimiento de posibilidades y el diagnóstico de las posiciones. Este recuerdo no es un almacén inactivo de variantes sino de métodos funcionales que actúan dinámicamente, un instrumento mental para la comprensión.
  3. La clara visión de lo que es necesario hacer en una posición utilizando el método adecuado se convierte en un hábito y actúa como el conocimiento del lenguaje, es el tercer tipo de memoria, que puede calificarse como un nivel de dominio técnico, tal y como el ejemplo de Korchnoi lo demuestra. No se recuerda una posición, se recuerda "La idea" se formaliza, se traduce en un lenguaje propio.
Estos niveles de memoria que funcionan en el ajedrecista conforman un conjunto de representaciones que en mayor o menor medida alcanzan una sistematización y que expresan un reflejo propio, producto del cual se mediatiza el resto de los procesos. Las representaciones contienen el elemento de la generalización, con una fase de transición desde las imágenes concretas hacía los conceptos abstractos y desde la percepción hasta el pensamiento. Cumplen un papel esencial en la actividad creadora del hombre en relación con la variabilidad que las caracteriza y que admite la constitución de nuevas imágenes.

El alcance representativo que del juego tiene un maestro se caracteriza por su extensión, es decir, por su capacidad para producir ideas que incluso llegan a romper con otras más antiguas si es que sus indagaciones actuales así lo sustentan. Esta autonomía y flexibilidad para concebir nuevas ideas edificándolas en sus propias reflexiones, sobre la base del reflejo construido, es lo que le confiere orden al proceso de la memoria, al decir de E. Lasker. El Campeón del Mundo destacó que el ajedrez no debe ser memorizado, porque no es importante ni suficiente. El uso útil de estos procesos le relacionó con el de los métodos, las reglas, los modelos, por su aplicabilidad a diferentes situaciones y porque permiten redescubrirles nuevamente, tanto así que este saber le dio ánimo en conservar el máximo título que practicó como oficio, pues le permitían proponerse nuevas metas y según sus palabras:
"...si lo necesitara, podría incrementar mi habilidad en ajedrez, de lo cual no tenía idea hasta el presente..."


BIBLIOGRAFIA
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  • Colectivo de autores Psicología Ed. Fiskultura y Sport, Moscú, 1974
  • Colectivo de autores. La dialéctica y los métodos científicos generales de investigación. Edit. Ciencias Sociales Habana, 1981
  • Fine R. Finales b sicos de Ajedrez (I) Ed. Sopena. Argentina, 1955
  • Geralds. A. Lasker's Manual of Chess. Ed. Dulten New York, 1927
  • S nchez M.A. Capablanca,leyenda y realidad. premio UNEAC. Ciudad Habana, 1978.
  • Tal M. The life and Games of M. Tal. Ed. RUM Press New York, 1976


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